1930 año grabado en la memoria de la U.E Stella Maris como el inicio de una vida institucional, cuya ancla forjada con la vocación de servicio de las Oblatas de San Francisco de Sales, mantiene la estabilidad de esta nave y la sostiene ante los vientos de voluntades que quieren contrariar un anhelo común: la educación.
El vaivén de las olas del Mar de Manta movió la arena y cada granito cubrió las primeras huellas, los primeros esfuerzos, los primeros logros de quienes asumieron la titánica tarea de abrir un centro educativo religioso en un pueblo de pescadores y en una época en donde la ley lo prohibía.
Hoy la luz de la palabra me permitirá rescatar nombres y hechos que demuestran que las voluntades humanas unidas reciben la fuerza y protección de la Divina Providencia y tal como se relata en las Crónicas de la Hna María Esperanza de Godín, detrás de ésta gran obra, grandes mujeres.
Julia Aroca de Campodónico, exalumna Oblata formada en la casa de Alausí, mujer cristiana de profunda fe por convicción y obra, como madre de familia sintió la necesidad de educar a sus hijos es una institución católica regentada por Oblatas.
Convencida de que su anhelo no era un capricho personal sino una necesidad social y comunitaria formó el Comité “Pro-Colegio” y nombró presidente del mismo al Sr Aquiles Paz, hombre honorable y respetado por los lugareños del pueblo pesquero de Manta.
Autorizada por su Superiora la Hna María Esperanza de Godín confía en esta tierra y augura buen viento y mar para una travesía cuyo norte será marcado por la Estrella de Mar. Es la misma Estrella que daría luz a Don Aquiles Paz ante la negativa del Ministro de culto de autorizar en el pueblo de pescadores la creación de una comunidad religiosa, que atentaba a las leyes vigentes.
Pero Don Aquiles Paz necio frente a la ley, pero libre de pensamiento ante Dios propuso que sean solo dos Hnas. Oblatas y dos señoritas profesoras las que asuman la responsabilidad de enseñar en el nuevo colegio. Esta propuesta no contravenía la ley de la época.
Así cuatro mosqueteras dieron vida al primer colegio de religiosas en Manta: Sor María Esperanza de Godín, Sor Francisca Esperanza González y las Srtas. Mercedes Morlás y Dorila Durán, recibieron con la luz del corazón y del saber a cinco alumnas en el mes de mayo. El colegio, la llegada y salida de las cinco estudiantes, las oblatas y las profesoras dieron otro matiz a la comarca de pescadores y comerciantes.
Las familias perfilaban en el horizonte marino una nueva vida para los habitantes del ribereño pueblo, cada amanecer, cada salida de sol anuncia logros en la vida de Stella Maris.
En abril de 1931 el reciente colegio iniciaba clases con 40 alumnas, pero a fin de mes llegaron a ser más de cien.
En 1932 la Comunidad de Oblatas, compró un terreno en la avenida 03 y calle 15, este punto en el plano cartográfico sería de ahora en adelante el puerto seguro, desde el cual se trazarían rutas de expansión para dar posibilidad de educación a jóvenes provenientes de diferentes lugares de la provincia. En forma progresiva las autoridades del Ministerio de Educación dieron los permisos correspondientes para la apertura de los diferentes niveles, niñas, niños y jóvenes han dado vida y trascendencia a la labor de las Hermanas Oblatas, la educación recibida no quedó en los libros, ni en las paredes de las aulas, pasó a formar parte de la vida de una comunidad local cuyo desarrollo tiene matices azules y blancos, colores que identifican al Stella Maris.
La línea de tiempo marca momentos favorables, la otrora escuela de caña, pasó a ser de madera y luego de cemento, en 1972 se construye el Bloque Brisson y en 1982 el Bloque Aviat, la infraestructura cambia al ritmo de las mareas y a la luz de la luna y las estrellas, es la bóveda celeste el observador permanente de las significativas mejoras, es la urbe de Manta que se perfila como ciudad con su presencia arquitectónica.
El calendario registra para Stella Maris 89 años dedicados a la educación y la formación en la fe a generaciones de manteses y manabitas quienes junto a las Oblatas de San Francisco de Sales han construidos eslabones unidos con la soldadura del trabajo y la entrega de hacer Todo por amor y nada a la fuerza.
Son 89 años en que Stella Maris se ha comprometido con el desarrollo de esta ciudad- puerto al educar hombres y mujeres quienes lideran desde sus espacios acciones que promueven el crecimiento cultural, económico y social de la Ciudad de Manta.
Son 89 años en que Stella Maris, la Estrella de Mar es observada como centro educativo modelo, por su capacidad de adaptación a la época y por sus propuestas de innovación que la proyectan como una institución educativa visionaria.
Hoy no queremos ni olvidar el pasado ni vivir de él, Hoy las Hnas. Oblatas como la brújula marcando el norte, los docentes como el buen viento y la buena mar para navegar y los alumnos como los pasajeros de la nave emprendemos cada día una ruta, un viaje, un destino, vivir para hacer felices a los demás.
Y el velero Eugenia llegó a las costas de Manta, de él desembarcó una Oblata…
1930 | 6 de mayo | La escuela abre sus puertas |
22 de mayo | Se obtiene el permiso de funcionamiento por parte de la Dirección Provincial de Educación | |
1932 | 20 de enero | Se adquiere el terreno ubicado en la Av. 3 calle 15 |
1947 | Inician las actividades académicas a nivel medio | |
1952 | Permiso de funcionamiento de manera independiente (hasta el momento dependía del colegio Olmedo de Portoviejo) Resolución Ministerial N° 278 | |
1958 | Inicia actividades el nivel Pre-primario | |
1997 | Se oficializa el funcionamiento del Instituto Superior | |
2005 | 19 de abril | Se obtiene la Certificación Internacional ISO 9001-2000 |
2006 | 6 de noviembre | Con Acuerdo Ministerial N° 036, se obtienen el funcionamiento como UNIDAD EDUCATIVA |
2009 | Se inicia con el Bachillerato Internacional |